¿Conoces esa sensación?
La que te dice que lo que ves, no puede ser todo lo que hay. La que dice que falta algo. La que te dice que hay más; más para tu vida, más para tu corazón. ¿El sentimiento que te dice que falta una pieza del rompecabezas, un anhelo por algo más profundo, algo que las palabras no pueden describir, y no importa lo que intentes, nada encaja del todo?
Fuiste hecho para ser amado, hecho para conocer a un padre perfecto en el cielo que te creó para ser parte de Su plan celestial. Nada en esta Tierra puede llenar ese espacio dentro de ti que está diseñado para Él.
¿Has oído hablar de la invitación? Es la invitación más grande que jamás se haya hecho, donde el pasado se perdona y se olvida, y el futuro se paga al precio más alto. Una invitación, no a ser parte de una religión, apagada por reglas y tradiciones, sino a ser parte de una familia viva y amorosa, unida en los brazos de un padre.
Dios te ama; Él te conoce y quiere ser parte de tu vida. No hay nada que puedas hacer o decir para cambiar eso. Él dio todo para abrir un camino para que estés cerca de Él. Todos somos conscientes de que el mundo en el que vivimos no es perfecto, todos hemos luchado con pérdidas y problemas en nuestras vidas, cosas que Él nunca quiso que experimentáramos. Pero incluso después de que estas cosas vinieron al mundo, Él luchó para abrirnos un camino para que estuviéramos cerca de Él nuevamente.
Nuestro Dios es un Dios de verdad y justicia. Todo el crimen y el odio, la codicia y la agresión debían pagarse, y deberíamos haber sido nosotros quienes lo hiciéramos. Pero en cambio, Él lo tomó por nosotros, como un padre amoroso que da Su vida por Sus hijos, Él mismo pagó el precio. Dios Padre envió a Su único hijo quien entregó Su vida. Fue torturado y crucificado, golpeado y asesinado en nuestro lugar para que pudiéramos ser libres para correr a casa con nuestro padre celestial.
Jesús murió en la cruz para que pudiéramos ser perdonados.
Sus acciones nos liberaron, no solo de nuestros pecados, sino que Jesús derrotó a la muerte misma cuando resucitó tres días después de que lo mataron. ¡Por eso, la muerte no tiene poder sobre nosotros y la vida eterna con Dios ahora es posible!
La Biblia dice en Juan 3:16: 'Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
Para recibir este maravilloso regalo, esta perfecta invitación, necesitas creer en Jesús como hijo de Dios y en esta expresión de amor que Él hizo por ti. Si estás listo para aceptar a Jesús en tu vida, puedes comenzar rezando la siguiente oración, diciéndole las cosas que has hecho mal, pidiéndole que te perdone y que venga a vivir en tu corazón, en el lugar que te espera. solo para el.
Querido Padre Dios, lo siento por (dile por lo que estás arrepentido aquí), por favor, ¿me perdonas? Quiero aceptar la invitación de ser parte de Tu familia, por favor ven y vive en mi corazón y lléname con Tu amor y Tu presencia. Quiero conocerte más, por favor enséñame a vivir mi vida para Ti. Amén.
Si has orado esta oración, en primer lugar, ¡es increible! ¡Felicidades! Te animamos a que comiences a leer la Biblia para aprender más acerca de quiénes son el Padre, Jesús y el Espíritu Santo, y para conectarte con una iglesia local.
Nos encantaría saber de ti y ofrecerte ayuda y apoyo en esta increible aventura, así que ponte en contacto con nosotros por correo electrónico: info@kaleointernational .org o a través de Facebook .